Envejecer bien una oportunidad de desarrollo
Por: Robinson Cuadros Cuadros
Médico Geriatra
Líder de la ruta socio-sanitaria de personas mayores en Cafam
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística [DANE] en su último informe sobre el Censo Colombia 2018, indica que hoy existen más personas mayores de 60 años en el país que menores de 5 años, con un índice de envejecimiento donde se muestra que, por cada 100 menores de 15 años, existen 41 mayores de 64 años; comparado con 2005, tenemos un incremento del 98,2 por ciento en este índice de envejecimiento.
En la historia de la humanidad nunca había ocurrido un fenómeno demográfico similar al que vivimos hoy en día y que da inicio a una nueva era de “nuevos colombianos” que permite proyectar este cambio demográfico como una oportunidad; ¡así es! Una gran oportunidad de desarrollo con una sociedad incluyente para todas las edades.
Cada segundo dos personas en el mundo cumplen 65 años de edad. En Colombia, el grupo poblacional de mayor crecimiento es el de las personas mayores, incluyendo los mayores de 100 años; tanto así, que se considera que luego del 2030, en el país existirán más personas de 60 años que menores de 15 años. Que seamos cada vez más las personas mayores protagonistas de la sociedad colombiana indica un cambio de mentalidad, pues una cultura positiva de la vejez tendrá repercusiones en nuestras economías, en el mercado de trabajo, en la estructura de las familias, en el ocio y la cultura, en la accesibilidad de las ciudades, en los sistemas políticos y en los patrones de consumo entre otros.
Es así que, las personas mayores son y serán la fuerza demográfica en nuestro país; por lo tanto, se requiere fijar la mirada en la transformación de una cultura positiva del envejecimiento y la vejez, pues un país que invierte en sus personas adultas mayores, es un país que reconoce el potencial humano y que armoniza sus políticas frente a los principios de justicia y equidad.
Actualmente se quiere vivir mucho tiempo, pero no llegar a ser viejos, es decir vivir el mayor tiempo posible en las mejores condiciones de salud física, mental, social y espiritual, proyectando y preparándonos para una vejez activa, digna y saludable.
Conocer nuevos amigos, fortalecer nuestras redes sociales y mantenerse útil y productivo en la vejez, genera un gran impacto en salud; reconocer las ventajas de envejecer desde los gustos, capacidades y potencialidades permiten tomar decisiones de autocuidado, donde en nuestra vejez podamos continuar conquistando sueños, empezar nuevos proyectos, amar mejor, disfrutar más de las cosas pequeñas de la vida, ser mejores personas, más sensibles y solidarias y sobre todo ser generadores de esperanza.
Los resultados de la encuesta nacional SABE (Salud, Bienestar y Envejecimiento), publicadas en mayo del 2016 por el Ministerio de Salud y Protección Social, ponen en evidencia la necesidad de articular procesos educativos frente a la atención humanizada y diferencial de las personas mayores, claramente con un enfoque socio-sanitario y enfocado en el cuidado y formación de cuidadores, el acompañamiento a las familias en los procesos de enfermedad crónica que genera dependencia funcional y el cumplimiento normativo del acceso digno a la salud.
Acá unos datos puntuales de la encuesta:
• El 84,8% de las personas mayores de 60 años en el país padece de más de una condición crónica de salud (multimorbilidad).
• Del 60,7% de las personas mayores con hipertensión arterial, el 12% desconocen su enfermedad y sólo el 45,5% tiene presión arterial controlada.
• El 41,0% reportó síntomas depresivos. Siendo la segunda patología más frecuente en nuestro medio luego de la hipertensión arterial.
• Un poco menos del 30% reportó no recibir ningún tipo de apoyo por parte de sus hijos.
• El 17,5% reportó deterioro cognoscitivo leve (problemas de memoria).
• El último año fue de 31,9%, total de caídas, más alta en las mujeres.
• 15,2% prevalencia de fragilidad.
• El 74,4% utilizó los servicios de salud ambulatorios en los últimos 30 días previos a la encuesta, de estratos más altos y quienes tienen un plan complementario de salud, específicamente, 95,2% de personas adultas mayores de estratos 5 y 6.
• El 55,7% considera que la atención recibida es muy buena o buena.
• El 54% de los cuidadores consideran que hace falta preparación y el 86% están muy interesados en recibir capacitación.
Estas cifras nos demuestran que debemos girar de un modelo de salud basado en la enfermedad a un sistema de cuidados basado en las necesidades de cada persona y, donde la promoción del envejecimiento activo va de la mano de la prevención de la dependencia funcional.
Pertenecer a un país con uno de los índices de mayor velocidad de envejecimiento en el mundo, de acuerdo al Euromonitor Internacional 2017, no es un problema, sino verdaderamente nos reta como sociedad a ser innovadores, creativos e impulsadores de nuevos modelos que respondan a esta nueva oportunidad de vida que se nos presenta, es decir, hablamos de nuevos retos y desafíos tanto en salud, como en economía, infraestructura y cultura entre otros aspectos a trabajar.
Conocer nuevos amigos, fortalecer nuestras redes sociales y mantenernos útiles y productivos en la vejez, genera un gran impacto en salud; reconocer las ventajas de envejecer desde nuestras capacidades y potencialidades nos permite tomar decisiones de autocuidado y nos sitúan en la realidad de hoy, donde los grandes líderes de la sociedad moderna son personas mayores; las grandes empresas se han fortalecido gracias a la experiencia de sus fundadores en la vejez; los grandes pensadores y líderes espirituales han logrado su mayor capacidad humanista luego de los 60 años; entonces ¿qué esperamos para cambiar de actitud y ayudar a la sociedad a transformar una cultura positiva de la vejez? Los nuevos desafíos que plantea la longevidad, nuestra longevidad, consisten en comprender que es una realidad y que esta realidad está llena de posibilidades, capacidades y potencialidades, donde no existe límite para la creatividad y donde los recursos, dones y talentos deben aprovecharse en vez de enfocarse en los problemas o deficiencias que pueden o no aparecer en el camino.
Como bien lo cantaba Facundo Cabral: “espero que cuando llegue el día de mi muerte, me encuentre totalmente vivo”. El secreto de vivir más y vivir mejor, implica construir día a día una sociedad que permita la interacción de sus ciudadanos con una oferta ampliada de servicios enfocados en el desarrollo humano en todo el curso de la vida fomentando la solidaridad intergeneracional.
Referencias
Departamento administrativo Nacional de Estadísticas. (2018). CENSO 2018. Recuperado de: http://www.dane.gov.co
Ministerio de Salud y Protección Social (2015). Estudio nacional de salud, bienestar y envejecimiento. Recuperado de: http://www.Minsalud.gov.co